Muchas cosas en la vida pasan por eso que llamamos casualidad. Sin embargo, la gran mayoría de las cosas pasan por lo que voy a llamar “casualidades provocadas”, que no es más que la seguidilla de sucesos que provocan un resultado único y que muchas veces uno busca o propicia de manera inconsciente. También las cosas pueden provocarse a conciencia y saltando obstáculos, sean estos imaginarios o reales.
Para “saltar” más que el resto, es importante la Jutzpá.
La palabra “jutzpá” es de origen hebreo y literalmente se traduciría como “desfachatez” o “impertinencia”, pero se la utiliza como sinónimo de “sana inconformidad”, y siempre con el común denominador de audacia. A diferencia del egoísmo o la vanidad, que concentran la mirada en el individuo y su ego, la jutzpá enfoca la mirada en el objeto, en aquello perfeccionable, en la cosa mejorable. No hay libro de autoayuda que haga incrementar tu nivel de Jutzpá.
Esta cualidad, escasa en nuestros días, queda amalgamada a los espíritus como un rasgo original que hace a quienes lo poseen, algo fácilmente distinguible. Soy un convencido de que el pensamiento “fuera de la caja” (out of the box thinking), tan apetecido por las empresas para su función de innovación (y de sobrevivencia), requiere una actitud inconformista y osada.
Tener jutzpá te complica la vida, porque te pone en aprietos que quizás se podrían evitar simplemente dejando pasar ciertos problemas o, más bien, desafíos, que ahora deben ser resueltos. Pero está demostrado empíricamente que son ellos, los inconformistas, los que de verdad mueven al mundo.
¡Esos individuos deben estar en tu equipo!
Uff como aprendo siguiéndote en tus redes… Me imagino fueras mi mentor…
Estoy haciendo algunas mentorías a proyectos… gracias por tu feedback!
Que vuelco positivo a la juzpa, Y que interesante punto de vista