En estas últimas semanas he escuchado a mucha gente que está preguntándose si es un buen momento para emprender y algunos me han llamado para pedirme uno que otro consejo o ayudarlos a despejar ideas.
Decidí escribir este post a raíz de mi participación en un panel de https://www.conectamasfiis.com/ , que intentaba responder a los asistentes al webinar, junto a otros destacados profesionales, esta difícil y recurrente pregunta que muchos se hacen hoy.
Algunos, por obligación, han tenido que buscar nuevas formas de sustento, pero otros, aunque con trabajo «seguro», están en búsqueda. Pero ¿en búsqueda de qué?
Justamente en esta pregunta creo está el secreto. En mi opinión, la decisión sobre si emprender o emplearse más pasa por un tema de actitud y autoconocimiento profundo de ti mismo, que te ayude a encontrar lo que te apasiona y te hace feliz, que por una mera decisión arbitraria. Parece un poco cliché, pero veamos a qué me refiero.
Cuando uno hace algo con pasión, lo hará como nadie más y lo disfrutará. Estoy seguro que el dinero no será la motivación principal, pero en cambio, el dinero fluirá hacía él como consecuencia de aquello. Mucha gente confunde lo que le gusta con lo que le apasiona. Pero son dos cosas muy distintas. Lo primero te aburrirá, tarde o temprano (como cuando comes un pastel de chocolate, un rico plato de comida china o peruana. No podrás repetirlo todos los días). En cambio, lo segundo, lo que te apasiona, es lo que te lleva a levantarte todos los días, con ganas, incluso antes de que suene el despertador, y es lo que te entusiasma, por siempre, sin aburrirte.
Cuando uno hace algo con pasión, lo hará como nadie más y lo disfrutará. Estoy seguro que el dinero no será la motivación principal, pero en cambio, el dinero fluirá hacía él como consecuencia de aquello. Mucha gente confunde lo que le gusta con lo que le apasiona.
Pero ¿basta la pasión para tomar la decisión? Probablemente no. Otros aspectos pueden ser relevantes para inclinar la decisión en uno u otro sentido. No es lo mismo emprender a los 30 que a los 50. Ambos tienen las mismas posibilidades de éxito, no así las mismas responsabilidades individuales como seres humanos. Si tienes una familia que sostener y no cuentas con financiamiento de largo plazo, puede que el riesgo sea demasiado alto para ti y, por ende, esa opción será descartada sin ni siquiera evaluar la oportunidad. Es conocido el antecedente empírico de que el 75% de las empresas fracasan antes del 3er año, dato recogido de Bloomberg. Entonces, pregúntate ¿Estás preparado para manejar esa frustración y además tienes la suficiente tolerancia al riesgo como para aceptar anticipadamente que las probabilidades juegan en tu contra?
Por otro lado, si decides emplearte debes considerar que una empresa grande te entregará muchas herramientas que serán de alto valor en el futuro, por lo que recomiendo firmemente pasar por esa experiencia alguna vez. A Los emprendedores nos motiva generar cambios positivos en nuestros entornos y dar valor agregado a lo que hacemos, lo que va de la mano de la innovación. Si la empresa en la que estás no te provee de ese entorno flexible y tu eres emprendedor, te desmotivarás rápidamente al no sentirte desafiado en lo que haces.
Este es un gran desafío para las empresas modernas, ya que no se trata solo de este grupo de personas y profesionales con alma emprendedora. Los millenials, que hoy conforman gran parte de la fuerza laboral, es una generación muy distinta a la que hoy dirige las grandes empresas. Ellos no negocian salario, negocian flexibilidad. Valoran tiempo, vacaciones y la vida misma. El viejo modelo de full life employment, como en Japón, dejó de ser un referente a seguir.
Es importante que las empresas, si quieren captar y retener ese talento, se modernicen y aprendan a gestionar a este nuevo empleado, del cual conocen muy poco. Deben romper viejas estructuras y ser más abiertos, generando confianza en la comunicación para generar ese fit cultural tan necesario para retenerlos.
Pero las empresas también pueden tener emprendedores en sus filas, los que por cierto resultan muy valiosos para ellas. Las empresas más importantes del mundo los tienen por montones (se llaman intrapreneurs), pero saben que necesitan concederles estos preciados espacios de creación y de construcción de visión. Una conducta que además se contagia y la compañía completa se sintoniza con esa forma de trabajar y pensar, transformando a todos en agentes de innovación. Lo interesante es que a los innovadores no necesitas decirles que lo sean, debes permitirles que lo sean. En Google, por ejemplo el 20% del tiempo de trabajo se dedica a eso, a pensar en nuevas ideas. Es tiempo libre, administrado por los mismos empleados. Varios productos exitosos, como Google News o Street View, han sido fruto de estos procesos de creatividad libres, que no tienen asociado un caso de negocio ni presión por la rentabilidad de corto plazo.
Como consejo final, para avanzar en encontrar tu pasión y tu propósito, te recomiendo que pienses en qué te hace único en el hacer. Qué admira el resto en lo que haces, no en lo que eres (puedes hacerle la pregunta a 10 personas que te conozcan, yo lo hice. Es fantástico!). Eso que resulte como factor común, es lo que debes desarrollar. A partir de eso comienza a descubrir y entregarte a tu pasión, ya sea empleándote en una compañía o creando la tuya propia. El mundo necesita de ambos tipos de personas, así que cualquiera sea el resultado de tu experimento, lo importante es que emerja la mejor versión de ti y te entregues al máximo en lo que decidas hacer.