A raíz de la discusión que se está llevando a cabo en el congreso y en todos los ámbitos sociales en Chile, respecto del proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, me pareció interesante compartir con uds. una reflexión, la que también documenté en mi reciente libro «Piensa al Revés», escrito muchos meses antes de que este tema estuviera en la agenda pública.
El cambio que estamos viviendo, que en mi opinión nos llevará en el largo plazo a una flexibilidad laboral casi absoluta, responde en esencia más a un cambio de mentalidad irreversible, que a un tema de productividad o de exceso de trabajo.
Como veremos, este cambio está también afectando fuertemente a las organizaciones. No hay duda que las empresas deberán aprender a trabajar en un modelo más colaborativo, y no sólo competitivo, en el cual deberán adaptarse a una economía en la que el conocimiento será compartido.
Como empresario o CEO de una empresa, te invito a que comiences a desechar la idea de que estamos todos contra todos, que descubriste algo realmente inédito o que tu equipo seguirá contigo porque reciben su sueldo puntualmente. De hecho, las carreras dentro de las empresas dejarán de existir y los “empleados”, en su mayoría, pasarán a ser colaboradores freelance. Si quiero tener a los mejores, deberé contratar sus servicios, por hora, por proyecto, pero no todo su tiempo. La tendencia es comprar y vender resultados, no horas hombre (u horas mujer, para demostrar igualdad de género ?). Y éste es el punto: es posible que enfrentemos un cambio de paradigma en el liderazgo, de liderar a los colaboradores de la empresa a liderar empresas de auto-empleados o freelancers. ¿Cómo liderar a cientos de pequeñas empresas unipersonales cuyas agendas no conocemos? ¿Es suficiente pagar el precio que piden por un trabajo? ¿O además de ser proveedores y de exigir el pago justo de su trabajo esperan de nosotros que les aportemos sentido de contribución y pertenencia?
Honestamente, creo que no estamos preparados para liderar a los miles de freelancers cuya colaboración será necesaria para moverse ágilmente en el nuevo escenario. Si un país que fue perjudicado por la Unión Soviética, como lo fue Estonia (ver post anterior https://robertocamhi.com/aprendamos-de-estonia/ ), hoy puede liderar a sus ciudadanos para convertirse en uno de los estados más modernos del mundo, con políticas de digitalización total, ciertamente no tenemos excusa para no reinventar nuestro liderazgo y seducir a la nueva fuerza laboral que nos elegirá como clientes, si los convencemos…
Para motivar a estas personas no podrás usar el poder del dinero: para muchos de ellos, el dinero no tiene poder alguno.
Y tu qué opinas? Te atreverías a ser freelancer y cambiar seguridad por libertad ? Comenta aquí.
A pesar de ser Babyboomer opté por eso hace 10 años atrás cuando cumplí los 50 años y comencé a autogestionarme, demoré pues debí estudiar mucho sobre Marketing Digital para poder contar quién era yo. Cada vez me va mejor y tengo mi propio modelo de venta. Posiblemente trabajo mucho más que antes, pero feliz y con un propósito que antes nunca tuve, más que pensar en mí carrera y en jubilar algún día. Ahora si creo que hago un aporte de verdad y en los demás! Me encanta este cambio. El tema de la colaboración es fantástico y en mi área por el tema de ingresar a comunidades similares por proyectos en común y luego seguir cada uno su camino. Abrazos. Buen descubrimiento de blog! La verdad, no te conocía
Nitza Ditzel