
Si quieres tener «éxito», nunca comas solo
Estoy con la bandeja en la mano recorriendo con la mirada el lugar, en búsqueda de una mesa vacía para
Les quiero compartir una historia verídica e inspiradora que habla sobre la pasión, las capacidades de desarrollar habilidades y superar todos los obstáculos en condiciones de adversidad y lo importante que es creer en uno mismo, sin importar la «cancha en la que te toque jugar» .
En Koh Panyee, un poblado al sur de Tailandia, el “deporte oficial” en 1986, año del mundial de México, eran las carreras de lancha. Los niños de la isla amaban el fútbol, un deporte que no podían practicar y sólo podían ver por televisión ya que la isla era escarpada y no tenía superficies planas para poder jugar. Se debían conformar con la pesca como actividad y tema principal de conversación.
Sin embargo, la pasión por el fútbol gatilló un sueño. Uno grande e imposible a la vez: armar un equipo local y jugar al fútbol. “¡Vamos a ser campeones del mundo!” gritó uno de los niños cuando contaron la idea a los vecinos. Algo imposible en un lugar poblado de casas sobre la Bahía de Phang Nga, rodeado de montañas y agua. Como no tenían cancha, ni tampoco un lugar para construirla, decidieron crear el espacio. ¿Pero cómo y dónde? Una cancha flotante en un barrio flotante fue el proyecto en que ocuparon cada hora libre. Como era de esperar, la artesanal cancha no sólo era inestable, sino resbalosa y llena de peligros, como clavos que se asomaban. Esta cancha “balsa” los obligaba a jugar con mucha precisión si no querían terminar con la pelota (y ellos) en el agua, lo que al comienzo ocurría permanentemente. Así, la estrategia de juego incluía estar alerta a muchos factores y desarrollar habilidades cada vez más sofisticadas para dominar el balón.
Cuando les llegó la invitación para participar en un campeonato en una isla cercana, no podían creer el apoyo que tuvieron, aunque la mayoría estaba escéptico respecto de sus posibilidades. Pero como habían entrenado siempre en condiciones tan adversas, el torneo no fue un desafío tan grande como habían supuesto y, sólo en las semifinales, se vieron en reales aprietos, jugando en cancha de pasto bajo una lluvia torrencial. A medio tiempo, uno de los miembros del equipo decidió sacarse las zapatillas empapadas. El resto de sus compañeros siguió el ejemplo y eliminaron lo que para ellos era un obstáculo y que para los competidores era algo imprescindible. En adelante, jugarían a pie descalzo sobre una cancha resbaladiza, algo a lo que estaban habituados. Toda la preparación, la pasión y determinación a ganar el torneo, parecían suficientes para triunfar. Comenzaron perdiendo 2-0 el partido decisivo, sin perder la fe en recuperar la brecha y ganar. Sin embargo, un gol en el segundo tiempo le dio la ventaja definitiva al equipo rival. La celebración por el tercer lugar fue especial. El fútbol se convirtió en el deporte nacional de ese pequeño sueño flotante, construido por inconformistas e incansables buscadores de soluciones. El equipo fue campeón del sur de Tailandia los años 2004, 2005, 2006, 2008, 2009 y 2010
Muchas veces el extra que falta es atreverse a hacer las cosas un poco diferentes, un poco “al revés”. Si no puedes adaptarte a la cancha, desarrolla las habilidades que necesitas para jugar y ganar. Pero si crees que la cancha no es la correcta, mejor aún, cámbiala y conviértete en el mejor jugador en ella. Claro, si hay ganas…
Ve el video de la historia completa aquí https://www.youtube.com/watch?v=TrACt8kfVDY
Estoy con la bandeja en la mano recorriendo con la mirada el lugar, en búsqueda de una mesa vacía para
¿Te pasa que cada día te cuesta más acostarte tranquilo o tranquila pensando si hiciste todo lo que debías durante
La gente que me conoce sabe que siempre intento dar una mirada distinta a los paradigmas de negocios tradicionalmente aceptados,
¿Qué es eso de que gracias a una nueva tecnología aplicada a la web, los usuarios de internet nos convertiremos
Hay un término al que me gusta mucho referirme, por lo que lo he usado reiteradamente en mis charlas. También
Hace un tiempo comencé a escuchar en mi circulo cercano sobre un libro del que sólo había oído su nombre.