Los estados de ánimo y las emociones son aspectos fundamentales en el ser humano, que influyen directamente en nuestras capacidades y productividad.
Existen varios estudios, como uno publicado en Nature Reviews Neuroscience, que demuestran que cuando nos sometemos a episodios sostenidos de ansiedad o stress, el hipocampo, que es crucial para el aprendizaje y la memoria, se ve impactado, pudiendo incluso reducir su volumen y afectar de manera permanente la memoria a largo plazo.
Hace solo un par de días se cumplió un año de cautiverio de 101 jóvenes, niños, mujeres y ancianos que aún permanecen secuestrados por el grupo terrorista Hamás en Gaza. Y hace menos de una semana presenciamos el mayor ataque con misiles balísticos realizado en la historia, cometido por Irán en contra de Israel. Quienes hemos estado más cerca de la guerra, ya sea por tener amigos y familiares involucrados o por afinidad política o religiosa, hemos visto afectada nuestra vida de manera importante: ansiedad, dificultad para conciliar el sueño, para tomar decisiones o para resolver problemas son solo algunos ejemplos.
Pero lo que más lamento es ver cómo ciertos grupos y dirigentes importan un conflicto que afecta aún más nuestra convivencia como ciudadanos chilenos. Amo este país y he trabajado para ser un aporte al emprendimiento, a la innovación y al crecimiento de Chile, como muchos descendientes de inmigrantes que han llegado a estas tierras buscando asilo y un futuro esperanzador. Me resulta incomprensible ver cómo nuestros gobernantes toman partido en este conflicto, sin considerar el impacto que esto tiene en la vida de los judíos chilenos, promoviendo un aumento considerable en el antisemitismo local.
En un país con tantos desafíos que enfrentar, como la seguridad, la educación, la inmigración y el crecimiento económico, la invitación es a trabajar todos juntos para ayudar a mitigar los efectos que factores externos puedan tener en nuestra sociedad, la que al fragmentarse o dividirse, con mensajes de odio de por medio, inhiben el desarrollo social. Este desarrollo constituye un factor clave en la recuperación emocional de las personas, tal como lo explica muy bien Shawn Archor en su libro «The Happiness Advantage». Nuestros líderes son los llamados a dar ese paso y a dejar de lado los fanatismos e ideologías extremas, para promover el bienestar de todos quienes vivimos en este país, sin importar su origen, credo, raza o identidad de género.