En un mundo de superabundancia como el nuestro, las novedades son, en la mayoría de los casos, mejores combinaciones de factores que ya existen. En el desarrollo de software, el fenómeno es clarísimo. Bill Gates, cofundador de Microsoft, bien podría hablarnos del tema con mucho mayor autoridad… La innovación en nuestros días no está centrada en la funcionalidad del producto, sino que en la alineación de éste con las preferencias de los clientes, lo que se denomina “market fit”. Así, la lectura de las preferencias del consumidor se convierten en la ventaja competitiva final.
Bill Gross, reconocido inversionista y gestor de fondos de inversión norteamericano, realizó un completo estudio al respecto, en el que analizó centenares de startups, algunas exitosas y otras que fracasaron, para intentar determinar qué factores son los que realmente impactan positivamente y en qué medida.
Lo que descubrió es sorprendente. Aunque un equipo extraordinario y una ejecución precisa son tremendamente importantes, el factor más relevante es, por lejos, el timing, es decir no llegar demasiado temprano ni muy tarde al mercado. Es como surfear una ola; debes agarrarla justo antes de que rompa, en el momento preciso, no antes, no después. Si no lo logras, puede que el tiempo necesario para subsistir sea demasiado largo y termines fracasando por falta de financiamiento. Hay un momento en que incluso los inversionistas más entusiastas te dirán “no más”.
El «timing» tiende a confundirse con el «market fit» ya que están íntimamente relacionados. Una propuesta de valor entregada al mercado en un momento equivocado es conducente a un problema de market fit. Inmadurez del mercado, poca masa crítica, temas tecnológicos o simplemente culturales pueden llevar al fracaso.
Un ejemplo emblemático de la relevancia del timing es Airbnb. Muchos inversionistas ni siquiera vieron la oportunidad de esta compañía y pensaron que la idea de que la gente estuviera dispuesta a arrendar su vivienda a extraños era una locura. Pero el factor “timing” fue fundamental, ya que la empresa nació justo en el peak de la recesión del año 2008, cuando la gente necesitaba desesperadamente formas de hacer algún dinero extra. Eso dio pie a la real oportunidad.
La próxima vez que pienses en una idea, preocúpate de analizar muy bien el «market fit» y hazte las preguntas correctas. ¿Está el mercado «preparado» para adoptar mi innovación? ¿Estoy llegando a la fiesta demasiado temprano?.